Diseño Biofílico, bienestar en el entorno urbano

Biofilia – Salud – Diseño biofílico

son los 3 ejes sobre los que pivotan los nuevos conceptos de diseño

Los términos de biofilia y diseño biofílico no resultan todavía muy habituales. Pero, sin duda alguna, lo serán dada su relación con el bienestar y la salud de las personas.

¿Qué es el diseño biofílico?

Es el diseño que nos reconecta con la naturaleza.

Puede reducir el estrés, mejorar los estados cognitivos, acelerar procesos curativos, la convalescencia.

En la práctica es la implementación de esquemas de diseño basados en la naturaleza que conduzcan a respuestas biológicas en las personas que viven en entornos construidos y así restaurar en dichos espacios los beneficios que la naturaleza produce en la salud y el bienestar.

 

 ¿Por qué?

El objetivo principal es poner en marcha programas de mejora para vivir y trabajar en áreas más saludables y menos estresantes para las personas.

En los países industrializados de todo el mundo, las grandes empresas han detectado que el estrés es el principal motivo de enfermedades que causan un número de bajas laborales muy alto y que esta circunstancia se traduce en muchas pérdidas en su balance económico. En la actualidad, y promovido por dichas empresas, se realizan estudios y promueven mecanismos que devuelvan la salud a sus empleados y así reducir las bajas en el trabajo.

Tristemente el motivo es su interés económico. La parte positiva es que lo hacen y es la parte que debemos tomar.

 

 ¿Qué es la biofilia?

La biofilia está definida como la conexión biológica innata que existe entre los seres humanos y la naturaleza.

En los orígenes el  contacto con la naturaleza era directo ya que formaba parte de los hogares y la vida diaria, la materia prima solamente se podía obtener del exterior más próximo, casa, comida, raíces, hojas, las fibras de las plantas, madera, piedras para hacer herramientas, raíces para hacer cuerdas. El calor se obtenía quemando troncos, se pescaban peces en el río para comer, etc. todo se encontraba fuera y al alcance.

A la mayoría de personas nos gusta ver cómo nadan los peces en la pecera de casa, nos fascina ver el fuego crepitar en la chimenea o ver cómo se pone el sol. Plantas, animales, enseres elaborados a partir de elementos naturales. Es verdad que son cosas bellas, sin embargo, es algo más lo que nos atrae; pasear por el bosque o subir una montaña nos produce bienestar físico y también psíquico, notamos diferencia en el aire que se respira y en los diferentes olores que desprenden árboles y plantas; todo ello nos produce un efecto relajante y restaurador que proviene de esta conexión con la naturaleza.

Somos parte de la naturaleza

Aunque el término biofilia parezca incipiente, lo cierto es que hace ya varias décadas que se habla de ello y más que una disciplina por sí misma viene a ser el lugar donde confluyen muchas investigaciones de arquitectos, científicos naturales y sociales y profesionales de la salud.

Se han realizado estudios sobre el efecto que produce sobre la salud y el bienestar de las personas. Sobre trasladarse a vivir o trabajar a zonas urbanas o a zonas verdes. Sobre la interrupción del ciclo circadiano, la respuesta relajada del cerebro al ver paisajes naturales y oír sonidos de la naturaleza (sobre todo del agua). De la diferencia entre ver el paisaje al natural o verlo a través del cristal, de sentir las brisas, respirar el aire de la montaña y muchos más en los que hay interacción entre la naturaleza y los humanos.

El diseño del futuro

 

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