¿Cuarto de aseo o cuarto de baño?
¿Cuarto de aseo o cuarto de baño?… ¡Cuarto necesario!
El baño es la estancia de la que seguramente nadie se atrevería a prescindir y que todos usamos.
Imprescindible y sin embargo una de las salas en la que se invierte menos tiempo en pensar de verdad cómo la vamos a querer.
Hay dos temas claros en el uso de este cuarto: el puramente fisiológico y el de la higiene. Decidir si el inodoro ha de compartir el espacio con el resto de las piezas o no, puede ser un punto de partida a la hora de disponer cómo va a ser nuestro baño; si miramos hacia atrás en la historia, ya era similar: lo fisiológico se tendía a alejarlo de la vivienda, se echaba literalmente “fuera” y lo higiénico se vinculaba más a rituales de bienestar en el interior.
Separar el inodoro del resto de elementos, aunque sea dentro de la misma estancia ayuda no sólo a la intimidad sino que facilita el uso del baño al resto de habitantes de la casa; es una decisión personal en la que el espacio disponible y su forma espacial también impondrán sus condicionamientos. Una vez decidido este punto podemos ya seguir distribuyendo el baño en el que podamos movernos sin temor a lastimarnos con ninguna pieza y con el pensamiento de conseguir un diseño sostenible y saludable.
Partiendo siempre de que vamos a elegir materiales y sanitarios que cumplan con criterios de sostenibilidad y salud, iremos conjugando el espacio del que disponemos con nuestro gusto personal hasta llegar a ese cuarto de baño en el que nos vamos a sentir cómodos.
Aunque sea un placer tomar un baño tendríamos que pensar en alternativas para no consumir para nosotros solos tanta cantidad de agua, es un bien muy preciado y entre todos deberíamos poder decir que también “apreciado”.
En la elección del inodoro distinguiremos diferentes tipologías, apoyados en el suelo o suspendidos, con depósito visto o integrado en el tabique, casi todos ya con la doble pulsación de carga (completa o media), los que incorporan la función higiene íntima, que están teniendo buena acogida, son unos modelos concretos; si lo que nos condiciona es más el espacio que la estética podemos escoger un modelo “retro” que permite instalar el depósito de agua (la mochila) bajo el techo, como antaño y la descarga puede ser manual (con la vuelta a lo de “tirar de la cadena”) o con pulsación. Ahora también vuelve la estética de años atrás.
Los fabricantes de sanitarios, sensibles a los problemas medioambientales invierten en sus departamentos de I+D para conseguir optimizar la utilización de agua en sus productos y sacan al mercado elementos en esa dirección.
Y aunque hoy en día sobre todo en los hogares ya no existe la necesidad masculina de orinar de pie, en algunos colectivos profesionales o en aseos públicos resulta práctico utilizar urinarios y también para estos casos tenemos la opción sostenible, la casa “Veltia” ofrece un modelo de urinario “seco”, el “Waterless Urinal” que no necesita descarga de agua después de su uso gracias a una doble válvula, este elemento es además de Km. 0, puesto que el urinario se fabrica en Sevilla.
Lucius & Cornelia – Interiorismo Saludable
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